Capitulo 6 - Algo sencillo

Era domingo lo que significaba que era el ultimo día que estábamos  en esa casa. Volveríamos a casa y la rutina regresaba esta vez para quedarse, pero eso iba a ser dentro de unas horas, por ahora tenia claro que iba a aprovechar todo el tiempo que me quedara en este viaje.
Habíamos decidido hacer una barbacoa para acabar bien el fin de semana. Los chicos se encargaban de todo lo que tenia que ver con la barbacoa, incluida la comida, y las chicas de mientras poníamos la mesa y preparábamos una ensalada.
Para mi sorpresa poco antes de que nos pusiéramos a comer apareció Cris. Me molestó que estuviese ahí y que Dani la hubiera invitado, porque por supuesto que había sido él, me molestó porque pensé que iba a ser una comida en la que estuviésemos los amigos hablando de nuestras cosas, dejándonos en ridículo unos a otros con nuestras historietas mas vergonzosas y ahora con ella aquí eso no pasaría. Ya podía ver a Dani toda la comida pendiente de ella.
- Tu debes de ser Vero - Cris se había acercado a mi mientras estaba en el balcón que tanto me gustaba admirando el mar.
- Si - dije sin molestarme en mirarla - y tu eres Cris.
Si, era un comentario muy obvio y si, me sabia su nombre. Me sabia el nombre de la chica que me estaba causando tantos dolores de cabeza, y para ser claros no iba a ser simpática con ella cuando me sentía de la manera en que lo hacia respecto a ella. ¿Que había hecho ella para que yo la tratase como una amiga? Nada, absolutamente nada, Cris solo se había metido entre Dani y yo. Había dejado por imposible cualquier acercamiento entre nosotros y hasta se podía decir que había logrado distanciarnos, había arruinado el momento en el que le iba a contar la verdad a Dani, y todas esas cosas no hacían que la chica sumase puntos precisamente.
- Si, es que bueno... no nos han presentado oficialmente. - dijo un poco cortada por el tono de mi comentario - Cada vez que aparecía parecía que desaparecías.
"Si me volvía invisible era por ti guapita, porque no se que le pasa a Dani contigo que paso de un momento a otro de ser todo a ser la nada" pensé
- Por lo menos ahí alguien que se ha dado cuenta - dije susurrando. Me daba igual si me había oído o no.
- Dani me ha hablado mucho de ti - si me había oído había decidido pasarlo por alto. - Quería que nos conociésemos, aunque no ha podido ser.
- No, no ha podido ser - lo que pensé en decirle aunque no dije era mas bien del estilo de "ah pues a mi no me ha hablado de ti para nada"
- ¡A comer!
Dejamos ahí la conversación, buenos si a lo que hicimos se le puede llamar de esa manera. No había sido simpática con ella, es mas había sido borde sin miramientos pero qué pasa no podía ser de otra forma con ella cuando sentía que lo único que quería hacer era robarme mi puesto. No me iba a quedar quieta mientras veía como eso sucedía.
Me pasé prácticamente toda la comida mirando a Dani y a Cris, como se miraban, como hablaban entre ellos como si en todo momento se estuviesen contando secretos... Por Dios si parecían una pareja y eso dónde me dejaba a mi. ¿Donde dejaba todo eso los momentos que habíamos tenido Dani y yo este fin de semana? ¿Donde estaba nuestro nuevo comienzo? Pues estaba en el suelo junto a mis ilusiones por estar bien otra vez con Dani.
En algún momento de aquella comida logré desconectar mis ojos de esas dos personas y me pude concentrar en mis amigos y en lo que hablaban. La mayoría de ellos estaban ridiculizando y comentando lo que había hecho cada uno dentro de la discoteca, al parecer me había perdido mas momento de lo que pensaba y todo por estar pendiente de lo que hacían Dani y Cris.
Miraba las caras de cada uno de mis amigos y veía alegría, no había ni uno que estuviese fuera de lugar, ninguno con caras largas, todos excepto yo, que por comportarme como una espía había hecho todo lo contrario a lo que tenia pensado hacer ese fin de semana. Había venido para desconectar y pasármelo bien con mis amigos y al final no había disfrutado nada con ellos.


***


Lo peor sin duda vino después de comer. Teníamos que recoger toda la casa y tener todo listo para cuando los padre de Dani y de Xabi vinieran a recogernos.
Todos estábamos de aquí para allá sin parar ni un segundo. Habíamos hecho grupos de dos personas para que así nos fuese mas fácil limpiar toda la casa o por lo menos las partes donde habíamos estado. A mi me había tocado limpiar la sala, y aunque era grande prefería eso antes que limpiar la barbacoa, y si os preguntabais quien era mi compañero... pues era Xabi. Igual en otro momento hubiese puesto el grito en el cielo por tener que limpiar con él y seguramente estaría aterrorizada porque la conversación saliese, pero ahora incluso disfrutaba de su compañía.
- Estoy muerta - dije sentándome o mejor dicho tirándome en el sofá una vez que acabamos de limpiar el salón.
- Y que lo digas - dijo Xabi sentándose junto a mi - no sabia que se podría ensuciar tanto una casa en tan solo dos días.
- Este ha sido el lugar donde se celebró anoche la fiesta, lo raro es que no sigamos todavía limpiando.
- Podría haber sido peor, nos podría haber tocado limpiar la parrilla, eso si que nos llevaría todo el día.
Me sentía mejor ahora que habíamos arreglado lo nuestro, bueno vale, ahora que yo había dejado de huir de él. A partir de ahora podría estar con él otra vez sin ponerme nerviosa, sin tener miedo de que Dani se enterase de lo nuestro, volvíamos a ser amigos, simple amigos.
- Gracias otra vez por lo de ayer, no se que hubiera pasado si no hubieses llegado.
- No pienses en lo podía haber pasado, el caso es que estaba allí. Tu estas bien y yo estoy feliz de que sea así.
- Gracias Xabi. - dije abrazándolo.
Ese abrazó me hizo sentirme segura, cómoda, era como estar en casa después de un largo tiempo estando lejos de ella.
Me quedé un rato ahí, entre sus brazos, no queriéndome separar. Quería disfrutar esa sensacion todo el tiempo que fuese posible. Quería disfrutar esos minutos al máximo sabiendo que en algún momento me tendría que llegar, que tendría que dejarlo marchar, y cuando ese momento llegó lo único que quería era que esos brazos me envolvieran otra vez y que ya no me soltaran.
- ¿Sabes que siempre me tendrás? - me preguntó
- Si, lo se
- Bien, pues no lo olvides nunca.
Según nuestros amigos iban acabando con sus tareas iban viniendo al salón impidiendo que Xabi y yo siguiésemos hablando, por lo menos de ese tema.
- Creo que se me van a deshacer los dedos de tanto frotar - se quejó Mireya mirándose las manos que estaban rojas y completamente arrugadas. La pobre había sido una de las desafortunadas a las que les había tocado limpiar la parrilla.
- Sobrevivirás - dije dándole golpecitos en la pierna.
- Mañana no podre escribir.
Genial, se me había olvidado que mañana había clase. Durante todo el fin de semana me había dado la sensación de que todavía estábamos en vacaciones y ahora es cuando tocaba despertar del sueño. 
- Puff. Ya ni me acordaba de eso - le dije a Mireya
- Pues si querida amiga, mañana tenemos que ir al instituto.
- Daría lo que fuese para volver al verano.
Una pequeña matizacion, no es que quisiese volver a vivir lo mismo. NO. Con una vez había tenido suficiente para toda una vida, pero si quería volver a esos dos meses y medio sin preocupaciones por cosas relacionadas con el instituto. Y por supuesto que quería volver a esos tiempo donde podía dormir a la hora que quisiese porque al día siguiente no tendría que madrugar.
Después de que todos terminaran de  limpiar las habitaciones y el resto de la casa fuimos a hacer las maletas.
Salimos al porche cada uno con su maleta para esperar a los coches. Me daba un poco de pena dejar la casa, pero no podía quedarme allí para siempre.
Cris se había marchado una vez que habíamos terminado de limpiar la casa, mientras que se había despedido de nosotros rápidamente, para mi gusto tardó demasiado en despedirse de Dani.

***


Los coches no tardaron mucho en llegar, primero vino el padre de Dani y luego el de Xabi. Nos despedimos y cada uno se metió en el que coche en el que había venido.
El viaje de vuelta fue en silencio, todo lo contrario a como había sido el de ida. Nadie hablaba y la única cosa que rompía el silencio que habitaba en ese coche era el débil sonido de la radio.
El viaje se me hizo eterno, parecía que en vez de tomar el camino por el que habíamos venido el día anterior, hubiésemos estado dando vuelta y mas vueltas en circulo. Solo pensaba en meterme en la cama y dormir por años.
- Ya hemos llegado - miré por la ventana y estaba justo enfrente de mi casa. Supongo que Dani en algunos momento del viaje le habría dicho donde vivía.
- Gracias por traerme hasta aquí y gracias otra vez por habernos dejado quedarnos en la casa. - le dije al padre de Dani.
- No hay de que
- Adiós José, adiós Dani nos vemos mañana en clase.
- Claro - me dijo Dani.
Cerré la puerta del coche y me puse en camino hacia la puerta de mi casa.
Cuando entré en la casa no había nadie. Al ser domingo lo mas seguro es que mi madre hubiese ido a visitar a mi abuela con Ander.
Me fui a la cocina y cogí mi caja de cereales y me senté en el sofá mientras los comía viendo la tele.
No se en en que momento me quede dormida viendo la televisión, pero cuando abrí los ojos pude notar que la televisión estaba apagada y que yo tenia una manta sobre mi, lo que significaba que mi madre había llegado mientras yo estaba dormida.
Oi ruidos en la cocina asi que me levanté del sofá y fui hasta allí.
- Ah cariño ya te has despertado - me dijo mi madre cuando me vio entrando por la puerta.
- ¿Estabas con la abuela? - dije frotándome los ojos por el cambio de luz.
- Si, he ido a visitarla con tu hermano.
- ¿Qué hora es?
 - Las nueve ¿quieres cenar?
- No, todavía no tengo hambre.
- Bueno ¿y que tal el fin de semana?
- Bien - me senté en la mesa mientras la veía cocinar - la casa es enorme, mas grande de lo que me había imaginado.
- ¿Llegasteis muy tarde a casa?
- No mamá, no llegamos muy tarde.
Me bajé de la mesa antes de que pudiese preguntar algo mas y fui hasta mi habitación. Todo estaba exactamente como lo había dejado, bueno igual estaba un poco mas recogido.
Cogí mi ordenador para ver si tenia alguna novedad. No había mucho, solo un par de fotos y algún que otro comentario. La luz de mi ordenador papadeó cuando me llegó un mensaje de Xabi.
"¿No deberías estar descansando? :)"
" En realidad ya lo he hecho" "Según he llegado a casa me he quedado dormida en el sofá :S"
"Todos estamos así jajjaja" "No sabes lo que me ha costado no quedarme dormido en el coche" "Dios ha sido una tortura"
"El mio ha sido mortal :(" "¿Tan mal ha ido el viaje?"
"Aburrido se queda corto... hubiera preferido algo de conversación ;)"
"Si, yo también"
"Me gusta que volvamos a estar como antes" "Te echaba de menos"
"Yo también te echaba de menos"
¿Como puede ser que solo por decir una palabra en alto parece que en ese momento es mas real que cuando solo lo pensabas? Claro que echaba de menos a Xabi, con él siempre había sido yo misma aunque nuestra amistad fuera solo de dos semanas en un pueblo perdido, pero había sido una amistad verdadera.
Con Xabi podía hablar de cualquier cosa, de cualquier tontería y aun así nos podríamos pasar horas y horas hablando de ese tema.
"Nos vemos mañana ¿no?"
"Uhg... si :S"
"Ok, pues nos vemos en clase"
"Un besito"
Cuando Xabi se desconectó yo hice lo mismo. Apagué el ordenador y me tumbé en la cama pensando en el fin de semana que había tenido. Para nada había salido como yo esperaba , pero por lo menos me había servido para arreglar las cosas con Xabi.

Querido diario:
Di adiós a la posibilidad de que yo le diga a Dani lo de Xabi, esa oportunidad se perdió cuando apareció su amiguita y empezó a romper todos los momentos en los que estamos juntos.
No se que pensar ahora mismo de Dani. Antes de que nos fuéramos a su casa, antes del fin de semana, yo pensaba que él quería que lo intentásemos de nuevo, bueno y también lo pensaba cuando estuvimos a punto de besarnos en el balcón, pero ahora...siento que no soy tan importante para él si soy capaz de desaparecer incluso cuando estoy enfrente de él.
Ya basta de cosas tristes. Lo bueno de todo esto es que hay alguien que si me ve aun cuando estamos rodeados de cientos de personas. Xabi me ayudó con el borracho y desde ese momento lo miré con otros ojos, lo volví a mirar como él amigo que había dejado en el pueblo y no te puedes hacer una idea de lo que le echaba de menos.
Puede que no tenga un amor correspondido pero tengo a Xabi que siempre me apoyara y con eso me basta, con el todo sencillo, y eso es lo que quiero ahora mismo.



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