Capitulo 24 - La decisión

Una semana fue lo que tardé en reconocer lo que había pasado, siete días para poder pensar en ello sin romperme en mil pedazos. No había tenido noticias de ninguno de los dos desde el día de la cena, practicamente había estado aislada este tiempo en mi propio mundo por lo que no me extrañaba no haber oído nada de nadie. Necesitaba pensar en todo lo que había pasado con Dani, en como habíamos acabado de esta manera, en Xabi y en como poco a poco se había metido en mi y se había ganado mi corazón.
Todavía no estaba muy segura de lo que sentía, no podía estar enamorada de dos personas. Alguno tenia que ganar al otro. No podía sentir lo mismo por los dos. No podía ser posible que los dos tuvieran la mitad de mi corazón, si algo me habían enseñado es que nunca había dos mitades iguales, el pedazo de uno seria mas grande que el otro, ahora solo me quedaba averiguar quien tenia ese pedazo. Xabi o Dani uno de ellos lo tendría, pero ¿cual?.
Durante estos cuatro últimos meses me había estado engañando, intentando no ver lo que sentía, intentando ocultar la verdad porque sabia que en el momento que la venda cayera de mi ojos y me cansase de mentirme todo cambiaria y ya no habría marcha atrás. Pensándolo ahora me sentía tonta por no haberlo visto hasta que no me choqué contra el suelo y estuve en una situación insostenible. Solo así había sido capaz de admitir mis sentimientos.
No me arrepentía de haberlo hecho, pero no estaba feliz por lo que había pasado después de sincerarme. Decían que cuando lo hacías te sentías libre, como si te hubieses quitado un gran peso de encima. Yo, no sentía nada de eso, me ponía a pensar que era lo bueno que esto me había traído y no encontraba nada. Para mi, solo significaban mas problemas en mi vida. Mi novio ya no lo era. Xabi seguía estando como ahí como siempre, pero ya no era lo mismo. Esas dos palabras que él me habían dicho cambiaba completamente el asunto.


***

Puede que fuese porque Mireya y Alex no me dejaban de dar la lata o porque en mi interior sabia que era lo correcto, pero ese día fui dispuesta ha hablar con Dani y Xabi. No tenia ni idea de lo que les iba a decir, no me había atrevido a estudiar algo en plan discurso porque sabia que a la hora de la verdad me daría igual cuantas horas me había pasado en frente del espejo ensayando las palabras que iba a decir porque no serian ninguna de estas las que al final diría. El que me daba mas miedo o bueno me intimidaba mas era sin duda Dani, no habíamos acabado bien tanto que no nos llegamos siquiera a esa definición, todo había sido muy frío y en un momento habíamos echado toda nuestra historia juntos por tierra.
- Dani ¿podemos hablar?
Había ido a donde estaba él hablando tranquilamente con otro chico del instituto. No tenia muy claro como se llamaba, me sonaba algo así como Borja pero no estaba muy segura. Normalmente le veía en los pasillos y algún día por la zona de fiesta, pero nunca habíamos hablado.
Yo no era de esas personas que iban interrumpiendo a dos personas que estaban hablando, prefería esperar a un momento en el que la persona estuviera solo, pero tenia tantas ganas de quitarme esto de encima que no me importó que estuviera ocupado. No lo habría hecho si no lo hubiese creído necesario, desde esa noche no habíamos coincidido mucho y las cosas cada vez estaban mas raras entre nosotros. Tenia que actuar rápidamente.
No me contestó, le dijo cuatro palabras a Borja quien asintió y se marchó de ahí no sin antes despedirse de mi. Intente sonreirle por haberme hecho ese favor, pero creo que no obtuve muy buen resultado, estaba tan nerviosa por hablar con Dani que mi sonrisa se había quedado en un intento de esta.
Dani vino caminando hasta donde yo estaba esperándole con las manos en los bolsillos de sus pantalones. Podía decir que según venia a mi sentía que sus pasos no podían ser mas lentos, parecía que la distancia que nos separaba era mas grande de lo que realmente era. No sabia como Dani estaba tan tranquilo, caminando seguro, a lo que esperaba que fuera una aclaración de nuestra situación. Seguramente yo era todo lo contrario que él, jugaba con el bajo de mi camiseta enrollándolo entre mis dedos y haciéndolo lo mas disimuladamente posible para que no se enterara todo el mundo de que estaba histérica.
Al final de lo que pareció una eternidad Dani se paró enfrente de mi esperando a que las palabras salieran de mi boca.
- Dani... yo no se que decirte - Si, no era un muy buen comienzo, pero tenerlo enfrente mirándome fijamente hacia que cualquier frase coherente que pudiera decir volara lejos de mi alcance - No se que me pasa por la cabeza, no se por que estoy tan confundida con esto. Sabes que lo que menos he querido hacer siempre es hacerte daño, y se que lo hecho. No sabes cuanto lo siento. Soy una novia terrible, no se que me pasó en la cena. Te ju...
- No jures nada de lo que te puedas arrepentir - me interrumpió Dani.
Me quedé paralizada, no me creía lo que había pasado. Había visto antes a Dani enfadado, no era la primera vez que discutíamos, pero esas palabras y la forma en la que las había dicho hicieron que me preguntara quien era esa persona que tenia delante de mi. Ni siquiera cuando cortamos por primera vez, esa en la que tenia grandes motivos para enfadarse, había sonado de esta manera. Podía palpar el rencor en su voz, era como si con cada palabra que me decía me echara en cara todo lo que se había guardado para él durante todo este tiempo.
- ¿Que te pasa? - pregunté todavía sorprendida.
- ¿Como que qué me pasa? Me pasa que mi novia me ha estado engañando desde vete tu a saber cuando con el chico al que creía mi amigo. ¿Os lo habéis estado pasando bien a mi costa?
- No ha sido así...
- ¿Ah no? Y como a sido si se puede saber
Cada vez me molestaba mas la actitud de Dani, me daban ganas de saltarle yo con mil reproches pero sabia que si yo también me alteraba esto acabaría siendo un completo desastre. Pero ¿como quedarse callada cuando te están atacando continuamente y no te dejan explicarte?
Esto no estaba saliendo como debería, se suponía que íbamos a arreglar las cosas y esto solo parecía empeorar la situación. Cada vez me veía mas al borde de un ataque de nervios y cada momento que pasaba era algo que se ponía mas en contra de nosotros.
- Yo no he tenido nada con Xabi y cuando lo tuve no estábamos juntos. Y si sabes algo de lo que pasó entre Xabi y yo fue por que yo te lo conté. ¿Sabes por que lo hice? Porque quería que esto saliera bien, no quería que pasara lo mismo de la primera vez.
- Ya veo lo bien que ha salido.
Esas palabras realmente me habían dolido en lo mas profundo de mi ser. Era como si hubieron pellizcado a mi corazón dejando un dolor que parecía no desaparecer. Como cuando tu madre te daba una bofetada y tu no la veías venir, solo que esta vez era peor. Quien había causado ese dolor había sido una persona de la que nunca me lo hubiera esperado. Esas palabras que parecían dardos clavados en mi piel habían hecho que todo la paciencia, la calma que me quedaba se apagara. Me había herido tanto que ya no estaba dispuesta a callarme aun sabiendo que esto seria el caos definitivo.
- Ese es justo el problema Dani. No se que te pasa ultimamente, pero no eres tú, te comportas raro como si pensaras que te voy a engañar si te das la vuelta.
- ¿Ahora el problema soy yo? Yo no he sido el que ha dudado de lo que sentía por su novia, has sido tu.
- No. No te estoy echando la culpa, te estoy diciendo lo que pienso - intentaba calmarme, hablar tranquilamente, tener paciencia, pero cuanto mas hablaba mas me costaba - ¿Crees que a mi me gusta dudar de lo que siento? No, porque se que haga lo que haga alguien saldrá herido y no quiero ve a nadie sufrir por mi culpa.
- Quizás llegues un poco tarde para eso - dijo Dani antes de irse y dejarme ahí sola.
Al decir esas palabras me había mirado fijamente y juro que por un momento pude ver a través de esos ojos. Pude quitarle esa actitud que utilizaba como coraza y ver al Dani que antes solía ser, del que yo había estado enamorada tanto años. Pude ver el dolor y el sufrimiento por toda la situación que se estaba formando, vi el miedo por un segundo antes de que la coraza volviera a su lugar y se marchara lejos de mi.
Ver a Dani tan vulnerable aunque hubiese sido por unos segundos me había desecho el alma. Me sentí pequeñita igual que una cría indefensa que lo único que quiere es volver con su papá porque sabe que ahí estará a salvo. Pero yo no podía hacer eso, tenia que dar la cara. Tenia que madurar y dejar todas las niñerías, todas las inseguridades atrás.
"Quizás sea demasiado tarde" "Quizas si hubieras escuchado a tu corazón antes" "Eres una cobarde, has sido una cobarde toda tu vida, has estado toda tu vida escondiendo y yendo a lo seguro por miedo a perderlo todo" "¿Que has conseguido con eso? Nada""Has estado tan pendiente de mentirte a ti misma que no has sido capaz de ver lo que tenias" Esta era la realidad.
Me quedé hay unos minutos mas recriminandome por todo lo que no había hecho, por todo lo que había dejado pasar.
- Vero, Vero - oí una voz que me estaba llamando, había estado así por unos segundos y aun no le había contestado ¿es que no se iba a cansar?
- ¿Que? - dije ya exaltada.
- ¿Estas bien? - preguntó confuso
- No, no estoy bien. Nada esta bien. Todo esta mal.
- Respira, calmate.
- ¿Tu crees que me puedo calmar según están las cosas? Mi novio ya no es mi novio. Él cree que le he estado engañando todo este tiempo contigo y ¿tu vas y me dices que me calme?
- Ya se le pasará, solo esta enfadado. Además que mas da, que crea lo que quiera, tu y yo sabemos que no es verdad.
- Pero me dijiste que me quería y luego vas y me besas. Lo liaste todo mas.
- ¿Que querías que hiciera, quedarme siempre en segundo plano esperando a ver como te ibas con él? Siento que te moleste y que te haya complicado las cosas, pero no me arrepiento de haberlo hecho y de haberte dicho que te quería por que es la verdad y lo sentía así.
- No tenias derecho, sabias que estaba mal por lo de Dani.
- ¿Que quieres que te diga?
- Nada, ya da igual - me intenté ir pero él me sujetó del brazo.
- Vero
- ¿Que?
- Hablame
- ¿Que quieres que te diga? - dije imitándolo
- Lo que piensas.
- Pienso que desde que has entrado en mi vida todo se ha descontrolado. Antes tenia mis dudas pero ahora parecen minucias comparadas con las que tengo en este momento. No dudaba por lo que sentía por Dani porque no concebía la idea de que otro chico me hiciera sentir lo que sentía por él, no me sentía culpable por hablar con otro chico ni quería besar a otro que no fuera mi novio porque ni siquiera lo veía posible. Lo tenia todo, todo lo que me hacia feliz lo tenia a mi lado.Pero llegaste tu e hiciste de mi vida un rompecabezas - Mis palabras podían haber sonado como una declaración de amor si no fuera porque no había ningún rastro de cariño o felicidad en mis palabras, sino de frustracion y de impotencia - ¿eso era lo que querías saber?
- Siento que pienses eso.
Esta vez cuando intenté marcharme no me lo impidió, ni siquiera hizo el amago de agarrarme. Absolutamente nada.
Me fui ahí sin pensar en lo que acababa de decir. Tenia tanta rabia y frustracion por la discusión con Dani que no me había parado a pensar en las palabras que le había dicho a Xabi.
Mi madre siempre me decía que las personas teníamos un colador en la cabeza y que nuestras palabras tenían que pasar por ahí para pensar en lo que íbamos a decir y no arrepentirnos de lo que íbamos a soltar por la boca. Al parecer mi colador se había roto y pronto llegaría la culpa.

***

El arrepentimiento y las ganas de tirarme de los pelos por bocazas no se hicieron esperar. Antes de llegar a mi casa ya había empezado a mostrar los primeros síntomas de la metedura de pata crónica.
Desde que había discutido con Dani mi humor se había vuelto negro y sentía como una especie de tormenta encima de mi cabeza, me molestaba pero intentaba ignorarlo. Lo que no pude ignorar fueron los pequeños flashes que me empezaron a venir de camino a casa.
Pequeños pedazos de la "conversación" con Xabi me bombardeaban. Eran como ráfagas de imagenes que se instalaban en mi cerebro. De su cara, de mis palabras, de sus ojos... Los pequeños detalles que en su momento no había podido ver porque estaba cegada por la rabia ahora estaban claros. Podía ver el dolor de Xabi cuando le había dicho esas ultimas palabras, cuando había soltado todo lo que sentía sin pararme a pensar en las consecuencias que tendrían.
Ese día me había levantado con la intención de arreglar las cosas con Dani y Xabi y lo unico que había hecho era estropearlo aun mas.
Lo de Dani casi lo había visto normal, él seguía con esa actitud que tanto me molestaba y lanzaba acusaciones sin pararse a pensar en lo que decía. Cada vez que me intentaba explicar el saltaba con otra cosa y no me daba la oportunidad a decir nada. Parecía que quería desahogarse de todo lo que llevaba dentro, de todos sus reproches y eso hizo que yo me alterara y la cosa terminara mal. Muy mal.
Cuanto mas pensaba en lo que había pasado con Xabi peor me sentía. Había pagado toda mi frustracion con él cuando el no se lo merecía. Lo peor era que yo con Xabi no tenia un problema propiamente dicho, nuestro único "problema" todo este tiempo había sido que no nos habíamos aclarado con nuestros sentimientos, pero creo que con lo que había pasado esta mañana ya teníamos uno.

Querido diario:
Me he pasado toda la tarde pensando en lo que he hecho. Son las dos de la mañana y todavía no he dormido ni un segundo intentando sacar una conclusión de todo esto. Creo que ya es hora de dejarlo todo claro de una vez por todas.
Fui a hablar con Dani y estaba molesto como era normal y comprensible, pero luego me empezó a acusar de todas esas cosas y me molesté yo también. Empezó a tener otra vez esa actitud que tan nerviosa me pone y ahí comenzó el desastre. Me enfadé como nunca lo había hecho con él, me intenté calmar pero era difícil cuando me hablaba de esa manera. No me gustaba que me acusara de cosas que no eran ciertas. Yo también podría pero no lo hice.
Luego vino lo de Xabi, estaba mal por lo de Dani y lo pagué con él sin razón aparente, practicamente lo acusé de ser el culpable de que lo mio con Dani no fuera bien. He estado pensando y creo que me he comportado con él igual que lo hizo Dani conmigo. No le dejaba hablar solo le acusaba y le acusaba sin darle tiempo a asimilar mis palabras. No he sido nada justa con él.
He decidido ser sincera conmigo misma y dejar de mentirme. Por una vez he sido completamente sincera conmigo y he llegado a una conclusión.
Los dos son muy importante para mi, los quiero a los dos y siempre los querré, y aunque me gustaría quedarme con los dos se que no es justo para ninguno. Por eso tengo que decidir y sé que no estaría completamente feliz si uno de ellos no estuviera en mi vida.
Es la hora de que mi corazón decida.

Entradas populares de este blog

Capitulo 13 - ¿Qué he hecho?

Capitulo 6 - Algo sencillo

1º Capitulo - El Comienzo