Capitulo 9 - Nada puede salir mal

Al despertar solo esperaba que nada de lo que había ocurrido ayer fuese un sueño. Asumir que por fin estas con el chico de tus sueños, nunca mejor dicho, después de tanto tiempo, cuesta asimilar. Así que si estoy pesadita con el tema, lo siento.
Era un día magnifico, fantástico, de película... todos los adjetivos buenos que se te puedan pasar por la cabeza y mas. Mire por la ventana y hacia un sol radiante. Si algo podía salir mal no sabia lo que podía ser, ni me importaba. Yo de lo único que era consciente era de lo que había pasado con Dani, y por esa misma razón, no podía dejar de sonreír. Parecía que me habían pegado la sonrisa a la cara. Era imperturbable.
No me podía quedar encerrada en casa en un día así, por lo que llamé a Mireya y ya de paso la ponía al día de lo ocurrido. Dimos vueltas y mas vueltas hasta que llegamos a un parque, nos fuimos directas a los columpios. No se por que pero me relajaba el balanceo.
   - Oye me vas a explicar ¿por que esa sonrisa esta pegada en tu cara?
   - Mmmm, puede. - dije sonriendo aun mas, claro, si esto era posible.
   - ¿Tiene que ver con tu desaparición de ayer?
   - Aja
   - ¡Ahhh! - grito Mireya saltando del columpió para colocarse delante de mi - ¡Cuentamelo pero ya!
   - Fui a buscar a Dani...pero no estaba así que hable con Alex - dije muy lentamente. Mas que nada lo hacia porque se que le molestaba a Mireya.
   - ¿Y?
   - Y me dijo que Dani se había ido a casa... a si que yo me fui para ver si lo encontraba.
   - ¿Y? - repitió otra vez para que siguiera hablando.
   - Y lo encontré - la verdad que lo mas gracioso de esta situación era ver la cara de Mireya. Cada vez se acercaba mas a mi como si así fuese a ver en mi cara la respuesta. - Al principio me evitó así que le pregunte el por que.
   - ¿Cual fue su respuesta?
   - Que me evitaba porque verme le recordaba la pelea.
   - Pues vaya - dijo Mireya suspirando. Estaba segura de que no era la respuesta que esperaba. Su cara para que me entendáis es como cuando quieres algo mucho y justo cuando lo puedes tener ya no esta, pues mas o menos era así. A mi simplemente me dieron ganas de reír. Me controlé las ganas, pero solo un poco - ¿qué te hace tanta gracia?
   - Tu cara, si me dejas terminar lo entenderás. Yo también puse esa cara al principio. Le recordaba que yo había sido golpeada y que eso no le gustaba. Y luego... me dijo que le gustaba.
   - ¿Qué? Espera, ¿he oído bien? - la reacción de Mireya me hizo reír y ella rió conmigo.
   - Si, has oído bien. Le gusto Mireya - dije mientras me levantaba e iba a abrazarla. - estoy tan feliz que no me lo creo. Incluso le dije que me pellizcara para ver si era un sueño. Que vergüenza.
En el momento en que todo había ocurrido no me había parado a pensar lo que le había dicho a Dani. Le había confesado que había soñado mil veces con él pidiendome salir. "Por favor que no me haya escuchado" pensé.
   - Me alegro muchisimo por ti. Por fin consigues a tu príncipe.
Pensé en lo que Mireya me acababa de decir. Es verdad que a Dani se le podría etiquetar de mi príncipe azul. Él siempre era el chico con el que ansiaba estar, por el que suspiraba cada vez que le veía, era el chico que con solo una mirada suya en mi cara brillaba una sonrisa y si él me sonreía mis piernas empezaban a doblarse. Él era mi primer amor. Mi amor platónico. Tendría que dejar de llamarlo así. Ahora ese amor podría ser real.


***

Por la tarde quedé con Dani. Me sentía como en un sueño. Estaba haciendo lo mismo que otros dias, pero me sentía como si pudiera volar. En parte me sentía un poco nerviosa por quedar con Dani. Sabia que no tenia por que estarlo si seria igual que siempre solo que ahora eramos novios y eso implicaba un poco mas de acercamiento de lo que estábamos acostumbrados, pero era una cosa a la que no me importaría acostumbrarme.
Me vino a recoger a casa y fuimos a dar un paseo por la playa. No es que hiciera el mejor tiempo del mundo, pero para mi en ese momento eso no importaba. Me apetecía estar solo con él. Habíamos perdido ya demasiado tiempo.
    - Vero ¿te puedo preguntar una cosa?
Asentí. Nos habíamos sentado en las rocas que había al final de la playa. No había gente cerca. Eramos él, las olas y yo. Teníamos una perfecta vista para ver las olas romper en las rocas mas grandes. Por suerte no llegaban hasta donde nosotros nos encontrábamos.
   - ¿Por que no me creíste cuando te dije que me gustabas?
   - Oh - esa pregunta si que no me la esperaba para nada. Lo miré avergonzada. No se lo podía contar y mirarle a los ojos. Empecé a jugar con las piedrecillas que tenia a mi alrededor. - Es que aun sigo sin creermelo. Pienso que es un sueño y que en cualquier momento voy a despertar. No sabes cuanto tiempo llevo enamorada de ti. Siempre pidiendo que tu aunque fuera por un segundo te fijaras en mi, que aunque solo fuera un poco yo a ti también te gustara. Después de tanto tiempo pidiendo eso y sin conseguir nada terminas por dejarlo y pensar que eso solo podrá pasar en tu cabeza.
No podía levantar la cabeza. Recordar por todo lo que había sentido, lo que había pasado me ponía triste. Dani puso su mano debajo de mi barbilla y me levanto la cara para que lo mirara.
   - ¿Por que nunca me dijiste nada?
   - ¿No esta claro? Tu salias con chicas que ni de lejos se parecían a mi, por no hablar de Clara "la chica que todos quieres" ¿Como te ibas a fijar en mi cuando podías salir con ella?
   - Me fijé en ti. Lo que pasa que tarde mucho en darme cuenta lo que tenia justo enfrente. Tu eres única, no eres como las demás, por eso mismo me gustas. No eres el mismo prototipo de chica. Tu no sigues una cosa por moda, por que los demás también lo hacen, sino porque a ti te gusta esa cosa o porque sientes que debería ser así. No dudes que me gustes. No pienses que esto es un sueño. Por que mañana te volverás a despertar y yo seguiré contigo.
No podía hablar, ni siquiera podía moverme. Se me había declarado antes, pero esta vez era mas consciente de lo que decía. Le gustaba por como era. Y lo mas importante, esto no era un sueño, era real. Me había prometido quedarse hay cuando me despertara. Sonreí como tonta no se por cuanto tiempo. Por fin oí las palabras que tanto había querido escuchar.
   - Sigo pensando que eres un sueño. Es como si fueras demasiado bueno para mi.
   - No soy demasiado bueno para ti. Soy solo un chico al que le gustas y quiere estar contigo.
Me besó y todas mis dudas, mis pensamientos, todo lo que podría tener en algún rincón de mi mente voló lejos. Después de que nos separásemos nos quedamos mirando la puesta de sol. El tiempo parecía mas corto cuando estaba junto a él. Cuando refresco me dejo su chaqueta. Siempre tan considerado con los demás. Por momentos así con él le quería. Estar con el me daba seguridad, las dudas se alejaban. El problema era cuando no estaba cerca de él. Empezaba a dudar. Era difícil para mi pensar que quisiera estar conmigo, pero hay estaba él, rodeandome con su brazo y manteniéndome cerca de él.

***

  - Vero he tenido una idea. ¿Por que no salimos los cuatro juntos? Dani, tu, Adrián y yo.
  - Mireya ¿no me podías llamar a una hora mas razonable? Estamos en vacaciones y me llamas a las diez se que tu madrugas pero yo el verano lo utilizo para dormir.
  - Pensé que a estas altura ya estarías despierta.
  - Pues ya ves que no... siento hablarte así lo que pasa es que despertarme con el sonido del teléfono me pone muy nerviosa. Vale llamaré a Dani mas tarde para decirle lo de la doble cita.
   - Ok. ¿Quedamos a las 5 y media en mi casa? He pensado que podíamos ir a las barracas aprovechando que es el día del niño.
   - Como quieras. Vale a las cinco y media en tu casa. Perfecto. Nos vemos luego.
   - Adiós.
Colgué. Mi intención fue dormirme otra vez aun sabiendo que seria imposible. Una vez despierta era una misión muy difícil el volver a dormir. Con la llamada de Mireya me había despertado lo suficiente como para que ni metiéndome debajo de las mantas me consiguiera dormir.
Odiaba que me pasara eso. Ahora me quedaba con las ganas. Salí de la cama y me dirigí a la cocina. Cogí los cereales, la leche, mi bol y una cuchara pequeña y me fui al sofá. Desayuné viendo la tele. Mi madre no estaba por aquí osea que seguramente habría salido a comprar y mi hermano seguramente seguiría durmiendo. Que envidia me daba, él si que podía dormir sin problemas.
Después de desayunar y recoger mi cuarto llamé a Dani. Esa si era una hora razonable para llamar. A partir de las once y media.
   - ¿Si? - contestó la madre de Dani.
   - Hola soy Vero. ¿Esta Dani?
   - Si un momento. - oí como la madre lo llamaba - ahora se pone
   - Esta bien
Esperé. No tardo mucho en contestar. Supongo que estaría en su cuarto y fue lo que tardó en coger el teléfono.
   - ¿Hola, Vero?
   - Hola ¿te he despertado?
   - No, es solo que estaba en mi cuarto y he tardado un poco.
   - Amm, bueno te llamaba porque quería preguntarte si querías salir con Mireya, Adrián y conmigo.
   - Si vas tu yo también - esto me hizo sonreír
   - Claro que voy
   - Entonces yo también.
   - Perfecto. He quedado en casa de Mireya a las cinco y media.
   - Te paso a buscar
   - Vale.
   - Te veo luego Vero. Adiós
   - Adiós.
Me aburría. Por eso mismo no madrugaba en verano. Madrugar significa tener mas horas a lo largo del día y ahora me sobraba tiempo. Imaginaos hasta que punto llegaría el aburrimiento que decidí ordenar mi cuarto. No es que fuera muy desordenada, me gustaba tener todo organizado, pero como era mi madre la que me metía la ropa en los cajones la ropa nunca estaba colocada del modo en que me gustaba. Por ejemplo yo colocaba las camisetas primero por tipos y luego por colores. Así era mas fácil encontrar la ropa. No es que tuviera mucha ropa, pero tardé lo suyo. Entre sacar toda la ropa doblarla y meterla en el cajón. Se paso una hora tranquilamente. Acabé por limpiar el resto del cuarto.
Me vestí con unos unos piratas vaqueros y una camiseta básica de tirantes. Hacia bastante calor.  Como siempre, Dani llegó puntual. Cogí mi bolso y fuimos en busca de Mireya y Adrian.
   - Hola chicos - saludé de lejos.
   - Ei, ya habéis llegado - Mireya miro la hora - puntuales. Así me gusta
   - Si no como otra que yo sé. - la chinché. - Dani este es Adrián y Adrián este es Dani.
Una vez hechas las presentaciones, nos pusimos en camino. Era una salida en parejas pero a la vez en grupo. Íbamos juntos pero prestábamos mas atención a nuestros acompañantes que a los demás. Nos subimos en unas cuantas atracciones juntos, pero al cabo de un rato nos separamos. Mireya y Adrian se fueron a unas canoas que había por el lugar y Dani y yo nos fuimos a la noria. Sé que no era la mejor atracción pero era un buen sitio para estar sola con Dani. Solo el y yo a 25 metros de altura. Dudo que hay nos pudieran molestar.
Nos subimos a la noria. Desde arriba se veía todo, la gente parecían enanitos desde esa altura. Me recosté sobre el hombro de Dani para disfrutar mejor del momento.
   - Me podría quedar así por siempre.
   - Yo también
   - ¿Tu crees que podríamos seguir dando vueltas por siempre para que esto no acabé?
   - Puede. Siempre podríamos negarnos a bajar y atarnos al banco.
Me reí ante la idea de estar atada con Dani en el banco. Los dos juntos dando vueltas y mas vueltas durante horas, días y así progresivamente. Estar para siempre con Dani era una gran tentación, pero una vez que se acabó el tiempo bajamos de la noria.
   - Sigo diciendo que nos podríamos haber atado a la noria.
   - No, no podíamos. Seguramente me habría terminado mareando, pero siempre puedes prometerme quedarte conmigo.
   - Me quedo contigo.
Se quedaba conmigo y yo me quedaba con el sin pensarlo. Le besé. ¿Se podía pedir algo mas?. Todo era perfecto. Nada podía salir mal cuando estaba con él.
Fuimos a buscar a Mireya y a Adrián. Estos propusieron ir al Skate Park para ir con el resto del grupo. Esta vez las parejas cambiaron. Yo fui con Mireya y Dani fue con Adrián. Nosotras íbamos delante de los chicos. Había notado un poco rara a Mireya desde que ella  Adrián habían bajado de las canoas.
   - Mireya ¿pasa algo?
   - Nada grave, ya sabes hay veces que me preocupo demasiado.
   - ¿Que pasa?
   - No sé, es que hoy noto algo raro a Adrián. Le he preguntado pero me dice que no le pasa nada. Yo lo noto distinto, se que algo le pasa
  - ¿Quieres que le pregunté? Si quieres se lo puede preguntar Dani, parece que se llevan bien
Era cierto. Estaban hablando como si fuesen amigos desde hace tiempo. La verdad es que con Adrián era muy fácil hablar de cualquier cosa.
  - No, da igual. - la dí un pequeño abrazo pero sin dejar de andar - Bueno ¿y tu que tal con Dani?
  - Genial, hay veces que todavía no me lo creo pero es normal. Es tan raro estar con él. No de una forma rara si no porque he esperado mucho para que esto ocurriera. Pensé que no me podía enamorar mas de él, pero cada día que pasa me sorprendo a mi misma. ¿Me estas oyendo? Mira como hablo
Me tapé la cara por vergüenza. Mireya sabia todo lo que sentía por Dani, pero decirlo en alto arriesgandome a que los dos que iban atrás se enteraran, me daba palo. Antes me hacia gracia esas novias que hablaban de sus novios como si fueran todo para ellas y ahora me había unido yo a ese club.
   - Chica a eso lo llamo yo estar enamorada hasta los huesos - se rió Mireya
Habiamos llegado a donde estaban los demás. No estaban todos, faltaban Jorge y Lucia. Ellos siempre se iban al pueblo o viajaban en vacaciones. Mireya volvió con Adrian y yo me senté con Dani en un banco viendo como nuestros amigos hacían skate. No me podía concentrar muy bien al tener a Dani tan cerca pero lo intentaba prestar atención, pero Dani no estaba muy por la labor.
   - Para ya Dani. Mantengamos las formas - dije riendo.
   - ¿Y si no quiero mantener las formas? Me debes un beso. El de antes no ha valido.
   - Pues las mantienes, recuerda es un lugar publico. - dije bromeando
   - Pues que miren hacia otro lado.
No hubo mas que decir. Nos besamos. Daba igual donde estuviéramos, perdía la razón cada vez que los labios de Dani entraban en contacto con los mios. Paramos cuando oímos carraspear a alguien.
   - ¿Me he perdido algo? - dijo en tono burlón Alex.
   - ¿Que tal estas Alex? - pregunté algo avergonzada.
   - No tan bien como vosotros - si estaba roja, ahora sentía mi cara ardiendo.
   - Alex dejala, no ves como se esta poniendo. - los dos se rieron, yo solo me quede mirándoles mal. - mejor vete antes de que se ponga morada.
   - Adiós parejita.
   - ¿Te parece bonito meterte conmigo? - le golpeé en el brazo - Ni se te ocurra volverlo a hacer o te la veras conmigo.
  - Si señora- hizo el saludo militar.

Querido diario:
No se como explicar como me siento. Estar con Dani me hace sentirme especial, siento que puedo hacer cualquier cosas. Puedo ser yo misma cuando estoy con él. Es todo tan sencillo a su lado. No peleamos, bueno no en plan serio, solo nos chinchamos, pero eso es normal. Me hace reír cuando lo necesito. Parece que sabe lo que necesito a cada momento. Es como si fuera mi yo masculino. Él me entiende y me comprende. Estoy enamorada. Solo puedo sonreír al oír su nombre. Dani.





Entradas populares de este blog

Capitulo 13 - ¿Qué he hecho?

Capitulo 6 - Algo sencillo

Capitulo 12 - Nuevos sentimientos